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La Escuela Nacional Preparatoria (ENP), fundada en 1867 bajo el proyecto de Barreda, nace como un espacio emblemático para la modernización educativa de México. Desde su origen, la Filosofía ocupó un lugar central por dos razones convergentes: como fundamento del modelo pedagógico positivista y como herramienta para formar criterios científicos, éticos y ciudadanos en un país que buscaba reconstruirse después de la intervención francesa.
1. En la fundación: la Filosofía como base del proyecto positivista
Barreda, discípulo de Comte, concibió a la ENP como la institución que debía “regenerar al país por la educación”, y para ello adoptó el positivismo como filosofía rectora. En el Discurso sobre la educación (1867), Barreda plantea que la filosofía debía ordenar el pensamiento crítico de los jóvenes y dirigirlo hacia un espíritu científico.
En este contexto, la Filosofía tenía al menos tres funciones fundacionales:
a) Función ordenadora del conocimiento
El plan de estudios de la ENP se estructuró siguiendo la ley de los tres estados de Comte y su clasificación de las ciencias. La Filosofía positivista servía para dar unidad y jerarquía al saber, mostrando la transición hacia una comprensión científica del mundo.
b) Formación moral y cívica
Barreda introduce la idea de una “moral independiente”, no basada en dogmas religiosos sino en principios racionales y sociales. La filosofía, por tanto, era un medio para formar ciudadanos libres, responsables y solidarios.
c) Modernización del pensamiento
En un país marcado por tensiones entre tradición y modernidad, la Filosofía servía como eje para impulsar laicidad, pensamiento crítico y visión científica, elementos fundamentales para la construcción del Estado liberal.
2. En el desarrollo de la ENP: de la hegemonía positivista al pluralismo filosófico
Con el paso del tiempo, la ENP dejó atrás el predominio del positivismo. La Filosofía continuó ocupando un lugar importante, pero su papel fue transformándose. Podemos ubicar tres grandes momentos:
a) Críticas y superación del positivismo (finales del siglo XIX y principios del XX)
Figuras como Antonio Caso y José Vasconcelos, ligados al Ateneo de la Juventud, cuestionaron el reduccionismo del positivismo. La ENP, como institución preparatoria de la Universidad, incorporó enfoques:
humanistas,
espiritualistas,
axiológicos,
y eventualmente fenomenológicos y existencialistas.
La Filosofía se convirtió entonces en espacio de revisión crítica, no de adoctrinamiento, abriendo camino al pluralismo intelectual.
b) La Filosofía como base de formación universitaria
Como puerta de entrada a la Universidad Nacional, la ENP consolidó la enseñanza filosófica como preparación para estudios superiores. La filosofía ayudaba a desarrollar:
pensamiento lógico,
capacidades argumentativas,
visión ética,
comprensión histórica del pensamiento.
Esto fortaleció la idea de la Filosofía como disciplina formativa transversal, sin embargo, la ENP es la única institución en América Latina que imparte cinco asignaturas filosóficas en el bachillerato.
c) Filosofía y formación ciudadana en el siglo XX y XXI
En los planes de estudio más recientes (por ejemplo, los derivados del modelo por competencias), la Filosofía sigue siendo un eje para formar:
conciencia crítica,
comprensión de la diversidad cultural,
reflexión ética sobre el entorno,
pensamiento complejo y creativo.
La ENP mantiene así una tradición que reconoce a la Filosofía como una herramienta de comprensión de la realidad social y política.
La Filosofía en la ENP no solo ordena los contenidos del saber: moldea la formación de sujetos capaces de pensar, juzgar y transformar la sociedad. Desde el positivismo hasta la pluralidad filosófica contemporánea, la ENP ha mantenido la convicción de que la Filosofía no es un lujo académico: es una necesidad para la vida pública, la identidad universitaria y la educación integral.La formación que provee el Colegio de Filosofía es fundamental porque proporciona una amplitud de horizontes, una manera distinta de mirar el mundo, provee a las y los estudiantes herramientas intelectuales para fomentar el pensamiento analítico y crítico a través del cuestionamiento y la problematización. Además, potencia las actitudes morales para ofrecer vías de solución a diversos problemas tanto del mundo de la ciencia como de la vida cotidiana desde una perspectiva más integral.
En la actualidad, el Colegio imparte cinco asignaturas, tres obligatorias: Lógica para el primer año; Ética para el segundo; Historia de las Doctrinas Filosóficas para el tercero; y dos optativas también para este grado: Estética y Pensamiento Filosófico en México.
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